Mientras tengamos palabras…
El lector mientras habla al principio irá preparando un plato de sopa caliente.
Buenas tardes.
Este poema dramático que les voy a leer durará lo que tarda un plato caliente en enfriarse.
Lo iré tocando y mientras haya calor habrá palabras o quizás sea al revés, mientras tengamos palabras habrá calidez.
Así empezamos porque un plato caliente y una mesa es la máxima expresión de lo que debe ser un hogar.
Decir “hogar» es decir “intimidad” “interior” “proximidad” “nido” “caparazón”
Servir la mesa y esperar a los comensales: los hijos que vuelven del colegio, o del grupo de Scouts, esperar a la pareja que vuelve del trabajo o de buscar un empleo, esperar a un invitado especial.
La vida es esperar.
Hay también otras casas: el abrazo de una madre es casa, la pared donde jugábamos a pillar y estábamos a salvo, ítaca era casa para Ulises… hay casi tantas casas como deseos de estar dentro.
Este plato caliente podría estar en cualquier mesa de Valencia: en el barrio de Na Rovella, en El Eixample, En Ciutat Vella, pero este plato está hoy en Quatre Carreres, concretamente en la calle Paco Pierra, no muy lejos de donde está el futuro Arena Stadium de Roig Mercadona.
¿Sabéis dónde hablo?
Podría haberlo servido una de esas madres que llevan a sus hijos al grupo Scout de Santa Marta, el mismo que organiza este acto, madres que son maestras en el arte de esperar: maestría en esperar a que salgan los niños del cole, en que se termine una lavadora, maestría en esperar a que llegue el Ingreso Mínimo Vital, a que se calle papá que sube mucho la voz porque así le parece que tiene más razón.
Las madres en este barrio son artistas, os lo juro: a veces tienen nostalgia del hogar aunque estén en casa. Son las que más entienden de ilusiones, a fuerza de querer que pase esto o lo otro, que esto o lo otro vaya a mejor…
Pero volvamos a nuestro plato, que ya se va enfriando. Rápido.
A veces la sopa tiembla. Sobre todo cuando llaman a la puerta.
Escuchad.
¡¡Toc Toc!!
¿Quién es?
Soy el casero, vengo a por el alquiler.
Vuelva usted mañana, me lo gasté en pañales.
¡¡Toc Toc!!
¿Quién es?
El administrador de la finca, el motivo de mi visita es informarle que tiene los recibos pendientes de pago que bajo figuran. Le rogamos haga lo necesario en la mayor brevedad posible para saldar dicha deuda. La deuda que aparece está realizada a fecha de emisión de la carta que le paso por debajo de la puerta y si usted ha realizado algún ingreso posterior a esa fecha deberá descontarlo del total.
450 euros, ¿de dónde voy a sacar 450 euros? Oiga y no quiere usted pasar y le explico, la sopa aún está caliente
¡No estamos para sopas!
¡¡Toc Toc!!
¿Quién es?
Soy la factura de Emivasa
¿La factura de Emivasa? Las facturas no hablan.
Yo sí, y estoy que chillo: según datos de lectura y consumo, según suministro, según otros servicios medioambientales: alcantarillado, depuración, tratamiento de residuos, Confederación Hidrográfica del Jucar…
Oiga yo a esos no los conozco… ¿No quiere usted un poco de sopa y le explico porqué no puedo pagar?
Las facturas no tomamos sopa…
Pero hablar sí que hablan.
… son 375 euros. Pague.
!!Toc toc toc!!
Somos de la compañía de la luz… debe usted los últimos seis meses.
Vuelva usted mañana, me lo gasté en leche para mi madre, vive conmigo.
¡¡Toc Toc toc!!
¿Quién es?
Los del agua… se la vamos a cortar…
¡¡Toc toc toc!!
¿Quién es?
Soy la Constitución Española.
¿La constitución española?
Sí, la misma, he venido para ayudarle, anote:
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.
Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la
especulación
Mecagoenla… Pero, eso es así, ¿eso es verdad? ¿Y si es verdad… lo saben en el barrio? ¿Lo sabe la Cindy? ¿los Vargas, los del quinto lo saben? ¿Y la Dolores, lo sabe la Dolores, la Joaquina? ¿Helal lo sabe y la Khadija? ¿Quién más lo sabe? Oiga, ¿señora Constitución? ¿A quién más se lo ha dicho? ¿Señora Constitución?
Era inútil llamarla porque ya no estaba. Pero en ese mismo momento, en ese preciso instante, tan exacto como es de exacta la fiebre un barco de papel cruzó las sopas de todas las casas del barrio.
Y claro, las madres miraron a sus hijos porque pensaban que eran ellos quienes lo habían puesto allí, porque a pesar de que muchos sean scouts, incluso scouts de Santa marta, gamberradas siguen haciendo.
Pero no, por la forma en que los niños del barrio se miraban el barquito, boquiabiertos y con el moco colgando, se daba uno cuenta de que ellos no habían sido.
Surcaba los platos de sopa como si fueran un titan rompehielos del Ártico. Uno de esos barcos rusos a propulsión nuclear. Pero, en vez de pedazos de hielo, apartaba fideos del economato de Cáritas del carrer Vell sin número, migas de pan duro del día anterior, o restos de huevos duros, el barquito podía con todo y avanzaba. Hubo uno, que se hizo famoso en el barrio, que incluso avanzó sin problemas por el puré de patatas que venden en el Charter del barrio….
Si uno se fijaba bien, si uno se fijaba bien en el papel, y uno tenía que fijarse bien porque normalmente los barcos de papel acaban mojándose y se hunden como papel mojado, cosa que no ocurrió en ninguna casa, se daba uno cuenta de que estaban hechos con las facturas de Iberdrola o las de Emivasa, otros eran cartas de desahucio, informes de trabajadoras sociales, la página del artículo 47 de la Constitución Española, había también cartas a los reyes magos, listas de la compra, dibujos del Proyecto Santa Marta, hasta un poema de un cura de barrio había…
Entonces la gente de la Calle Paco Pierra y también la de Angel Villena empezó a soplar, que es lo que se hace cuando la sopa está muy fría, unos soplaban para que se alejen las facturas de Emivasa, o las de Iberdrola, una carta de de un desahucio… soplar para que se aleje todo lo malo… Y otros porque soplar es divertido, soplarle a un dibujo, soplarle a un poema….
Claro, todo esto, no lo creerás si no vives en ese barrio, si no sabes que la intemperie es lo contrario del hogar y te pensarás que las sopas calientes se soplan y ya está, sin barcos de papel que flotan.
Y que poco más se puede hacer con ellas más que comértelas.
Toca el plato, se ha enfriado.
Y cuando ya están frías si las soplas, en valenciano se dice això es bufar en caldo gelat cuando quieres aparentar que todo va bien y no pasa nada.
Porque las cosas están como están en el barrio.
Porque quizás algunos nos quieren hacer creer que las cosas está mejor de lo que están.
Y aquí termina este poema dramático.
Entre todos soplando… quizás…
Se pone un barco de papel en la sopa para que flote.
Jorge Picó, 9 mayo 2025
Texto leído en CSOA l’Horta por encargo de los scouts de Santa Marta para explicar el problema de la vivienda en el Barrio de Quatre Carreres, donde trabajan con los chavales del barrio.