Joe Zárate te necesita. Fragmento

Escrita con Alfonso Amador y estrenada en la Sala Matilde Salvador de Valencia en el 2003. Fue la primera coproducción de Ring de Teatro

 

Escena 8. La leccion de oratoria.

Zárate parapetado tras una silla. Un foco le ilumina sólo a él (y le deslumbra) No se ve nada del escenario.

 José (lee o recita sin ningún carisma y con las manos en los bolsillos) Yo tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño americano, que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo. Sostenemos como verdad evidente que todos los hombres nacen iguales… Alberto… ¿Alberto, estás ahí? Alberto.

 Primero se oye la voz de Alberto. Luego se ilumina un poco más el escenario y aparece caminando.

 Alberto ¿Qué más te da si estoy o no estoy?

José Hombre, para que me digas…

Alberto ¿Qué más te da si estoy o no estoy, yo o veinticincomil espectadores, a los que tienes que convencer de lo bueno que eres, qué más te da, si no estás hablando para nosotros?

José Sííí… sí…

Alberto No.

José ¿Cómo que no? (recita, con las manos en los bolsillos) Aún así yo tengo un sueño. Es un sueño…

Alberto ¿Dónde?

José ¿Qué?

Alberto ¿Dónde está ese sueño?

 José busca en el texto.

 José No sé… En el sueño americano.

Alberto No hombre, ¿dónde está, dónde vas a perseguirlo, en tus bolsillos? ¿Te guardas el sueño en tus bolsillos? ¿El sueño es llenarte los bolsillos?

José No, el sueño es que todos los hombres seamos verdaderamente iguales.

Alberto¡Pues eso, coño, sácate las manos de los bolsillos y levántalas al cielo, Pepe! ¡El sueño está en tus manos! ¡Haznos partícipes de tu sueño, José, enséñanos tus manos! Tú eres un actor, seductor, un chamán, un mago: las manos son la herramienta más importante de un mago. Con ellas nos hace ver lo que él quiere, nos hace mirar donde él quiere, nos hace caminar por dónde él quiere. “Aún así, yo tengo un sueño”.

José Vale. ¿Empiezo?

Alberto Sí. Da capo.

 Ahora José habla lanzando las manos y la mirada al
cielo, efectivamente como si fuera un chamán invocando al cielo. A grito pelado.

 José ¡Aún así yo tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño
americano, que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo!

 Alberto está delante de él, mirando al techo. Tanto tiempo y tan fijamente que eso desconcierta a José. Este corta el discurso y se queda mirando a Alberto. Y también al techo.

 José No está bien así ¿no?

Alberto Si tú querías que yo me quedará mirando al techo del auditorio está muy bien.

José Pero yo no quería eso. No queremos eso. ¿No?

Alberto No. Queremos que te miren a ti. Embobados. Y que no se queden sordos.

José He gritado.

 Alberto se hinca de rodillas y grita al cielo.

 Alberto ¡Aún así yo tengo un sueño!

José He gritado.

Alberto Sí, pero ahora no vamos a meternos con la voz. Los ojos, José. Queremos que te miren a ti. Pero que lo hagan porque sienten que les estás mirando. Todos y cada uno de ellos sienten que estás hablando sólo con él o con ella. Eso es: veinticinco mil personas que creen estar vis a vis contigo. Míralos. A todos y cada uno. Con tus ojos. Condúcelos. Hipnotízalos. Con tus manos.

José Vale.

Alberto Bien. Da Capo.

Pausa. José no se arranca.

 José Alberto.

Alberto Dime

José ¿Tú crees que valgo?

Alberto ¿Tú crees que si no lo creyera estaría aquí perdiendo el tiempo?

José Supongo que no.

Alberto Pero además eso no importa. Y esa es la primera lección, José. No importa si vales o no vales. Lo que importa es que ellos crean que vales. Eso es lo único que importa. Que crean que vales tanto como para poner sus asuntos en tus manos. Como para reflejarse en tus ojos. ¿Conforme?

José Conforme. Voy.

Alberto Bien. Da capo.

José Aun así yo tengo un sueño. (Pausa y recorre con la mirada todo el auditorio) Es un
sueño profundamente arraigado en el sueño americano. (Pausa y recorre con la
mirada todo el auditorio)

Alberto Vale, vale, vale. Para.

José Tampoco.

Alberto No.

José Es que no estoy cómodo.

Alberto ¿Cómo?

José Que no estoy cómodo.

Alberto ¿Con qué?

José Con el texto.