Para los alumnos de la Escuela del Actor, contemporáneos de Shakespeare.

“Existe un veneno sutil que amenaza nuestra vida social; se llama reduccionismo. En la práctica, esto quiere decir recortar las dimensiones de todo aquello que el desconocido o misterioso. Desmitificar todo lo posible, reducirlo todo a una norma convenida” Y sigue, con un aviso para navegantes, “ los jóvenes actores, enredados en esa trampa, creen que su propia vida cotidiana les aporta todo lo necesario y que pueden fundar su comprensión exclusivamente en sus experiencias personales. Y aplican los clichés políticos y sociales a situaciones y personajes cuya verdadera riqueza va mucho más allá de las simples ideas”

Peter Brook
 

Hola a tod@s, espero que estéis bien e imagino que echando mucho de menos las clases, es difícil para un estudiante de teatro parar su formación. El cuerpo y el espíritu están en una inercia muy especial. Ánimo que esta pandemia pasará. Lo que si nos deja es un poco más de tiempo y prometí pasaros algo de bibliografía comentada sobre Shakespeare. Ahí voy.

Una aclaración previa, escribo desde las tres patitas que aguantan mi mesa: la de lector de sus textos y la teoría que ha suscitado, la de espectador y la del director y actor que ha tenido que trabajarlo. Veréis que las tres patitas se mueven y andan solas, sin mayor orden metodológico a la hora de exponeros bibliografía y comentarios que mi propia memoria y el placer de seleccionar algunos de los libros de casa que me rodean.

Ahora sí, voy. El primer peldaño a escalar que nos encontramos ante la catedral Shakespeare los que hablamos otra lengua, es su traducción. Hay que saber escogerlas bien. Yo al español recomiendo las de Cátedra. ¿Por qué? Bueno porque están trabajadas de una forma un tanto insólita. Estamos acostumbrados a que haya un solo traductor y aquí es un equipo de profesores de la Universidad de Valencia. El teatro es sobre todo una polifonía de voces o sea que entre varios se ayudan para conseguir “la voz de cada personaje, su tono justo, las expresiones que usaría en nuestra lengua” y además se escuchan entre ellos. Bueno he tenido la suerte de tenerlos a algunos como profesores. Para ellos traducir es un acto de amor, si queréis saber más, pinchad este artículo de Miguel Teruel sobre la traducción.

Una vez escogida la buena transfusión sanguínea (esto es traducir, reanimar un texto que cada vez se queda más antiguo pues las palabras también envejecen) repasemos quién ha dicho qué sobre Shakespeare. Y el primero es Jan KottShakespeare nuestro contemporáneo, a mí me parece que es uno de los mejores intentos académicos en comprender a Shakespeare como un mundo real. Lleno de imágenes que se aplican a las puestas en escena: el poder es una escalera donde unos suben y otros caen (Ricardo IIIlleno también de notas sociológicas, “Para Shakespeare, el pueblo es sólo materia de la historia nunca su actor” y de asociaciones fulgurantes “Entre todos los pintores, quizá sea Goya el único que se adentró aún más profundamente que Shakespeare en la oscura zona del erotismo animal. Estoy hablando de sus Caprichos” Me parece que es una buena puerta para entrar a Shakespeare. Y si queréis una aproximación más filológica podéis acudir a Shakespeare’s stagecraft de J. L. Styan para ver lo que la palabra le sugiere al movimiento en escena a través del verso o cómo el espacio influía en su escritura. Que yo sepa sólo está en inglés. Y para los que os gusten las aproximaciones más históricas pues tenéis el Prefacio a Shakespeare de Samuel Johnson escrito en 1765 que es un prefacio a las obras completas que aparecieron en ese momento. Fue de los primeros que lanzó las líneas de investigación que posteriormente se han seguido sobre Shakespeare, en un tiempo en que “la nación inglesa en la época de Shakespeare se esforzaba por salir de la barbarie” Y sobre todo lanzó una pregunta magistral “cabe preguntarse como puede conmover el teatro si no es creíble” La respuesta en su epílogo. Buena lectura, pues.

No sé si tenéis más ganas de teoría, si sí hay mucha más en cada prefacio de cada traducción de Cátedra, yo, en todo caso, me muero de ganas de pasear un rato la mirada sobre Shakespeare junto a grandes hombres de teatro. Es la mirada que nos interesa más. ¿Qué han visto y ven en en él? Empecemos por uno fundamental. Peter Brook. Este director es ahora el director de teatro más famoso del mundo vivo y su libro, un clásico del teatro, El espacio vacío, o lo habréis leído o leedlo ya. Pero yo quiero hablaros de otro, La calidad de la misericordia, que está sacado de los últimos versos de Próspero en La Tempestad “Unless I be relieved by prayer, Which pierces so that it assaults/Mercy itself, and frees all faults” cuya traducción sería algo así como “A menos que sea exonerado por una pregaria que conmueva de forma que persuada a la mismísima misericordia” Lo que nos va revelando Brook es que “cualquier forma es posible siempre que se descubra ahondado” Para Brook “Ibsen no dudó en exponer lo que sentía sobre la sociedad en la que vivió. Brecht escribía para demostrar lo mal que iba el mundo y cómo debía cambiarse. Pero, una vez más, Shakespeare era excepcional. Nunca juzgaba, daba una multitud infinita de puntos de vista con su correspondiente plenitud de vida, dejando las preguntas abiertas tanto a la humanidad como a la inteligencia del espectador” Lo disfrutaréis mucho, para Brook las palabras de Shakespeare son como guantes, objetos inanimados que pueden ser admirados en un escaparate o en un museo, pero que cobran vida con las manos. Las vuestras de futuros actores y actrices.

Otra maravilla, pero está en inglés. Exposed by the mask de Peter Hall. No habla solamente de Shakespeare, de hecho hay solamente un capítulo sobre Shakespeare y el verso, los otros tratan sobre el teatro griegoMozart y Beckett y PinterHabla de máscaras y emociones. ¿Cuál es la relación? Básicamente, afirma Hall, para expresar una emoción extrema se necesita una máscara. Que es lo mismo que decir que sin una forma determinada todo se queda en un chapoteo de emociones. ¿Quiere decir esto que hay que montar a Shakespeare con máscaras? Se puede, y se ha hecho, claro. Pero aquí lo interesante es considerar al verso como la máscara en Shakesperare. Es muy curioso esto de la actuación, si quieres revelar emociones hay que esconderlas detrás de algo, una máscara, el patrón rítmico de un verso, él usa el pentámetro yámbico, pero hay más cosas que pueden ser una máscara, el vestuario puede ser una máscara… esconder para que se vea, pura paradoja. Hall invita, y os ruego aceptéis la invitación, a iniciar el trabajo del autor a través del texto. Lo que el personaje quiere, su acción, su estado, etc, viene después. “Much later”, dice. Pero ojo, sigue añadiendo, “Shakespeare no se contenta únicamente con el poder de la lírica. Siempre hay un subtexto” Forma, forma y forma, el resto caerá como una fruta madura.

Gordon Craig y su El arte del Teatroes un libro poco leído hoy. Pero para el propio Brook es fundamental. Brook afirma que hay dos teatros posibles: el teatro de la belleza y el teatro de la imaginación. Y Shakespeare es el teatro de la imaginación (obviamente también hay espacio para la belleza) pero para resolver sus propuestas se necesita un imaginario muy potente. Saber resolver atmósferas. Craig se da cuenta de esto al ver que en sus obras salen fantasmas. No quería actores vestidos con gasas, claro. Para el poeta los fantasmas eran algo más. El fantasma de Hamlet dice “Remember me” antes de irse “¿Recordarte… a ti?” Los fantasmas son la “visualización momentánea de las fuerzas invisibles que dominan la acción y una orden clara que Shakespeare da a los hombres de teatro para que despierten su imaginación y dejen inactiva su racionalidad” Esto es fundamental para entender a Shakespeare y Brook lo entendió muy bien. Al incluir a estos seres Shakespeare nos está indicando cuál es su idea del teatro. Por eso Brook llega a afirmar en otra delicia de libro: “Existe un veneno sutil que amenaza nuestra vida social; se llama reduccionismo. En la práctica, esto quiere decir recortar las dimensiones de todo aquello que el desconocido o misterioso. Desmitificar todo lo posible, reducirlo todo a una norma convenida” Y sigue, con un aviso para navegantes, “ los jóvenes actores, enredados en esa trampa, creen que su propia vida cotidiana les aporta todo lo necesario y que pueden fundar su comprensión exclusivamente en sus experiencias personales. Y aplican los clichés políticos y sociales a situaciones y personajes cuya verdadera riqueza va mucho más allá de las simples ideas” ( Shakespeare/Mi Chejov Peter Brook. Peter Stein. Ed Unam. México, 2009 ) Empezad por este capítulo y espero que luego caiga el resto de la obra.

sobre todo, leed sus textos.

Hamlet: ¿Quieres jugar conmigo? ¡Cómo si conocieras mi medida! Desgarrarías el corazón de mi misterio…

Un abrazo a tod@s